sábado, 26 de noviembre de 2011

SEMANA SANTA EN LA PROVINCIA DE JAEN.-

          LA CAROLINA,CAPITALIDAD DE LAS NUEVAS POBLACIONES.-
  
      Una Semana Santa Joven que ahonda en los viejos principios. La Semana Santa, en La Carolina así como en las demas poblaciones ordenadas por Carlos III, no tienen una história que venga de siglos, pero sí arraigo en el alma popular, desde 1767, cuando se fundó la ciudad. Porque los sentimientos religiosos tuvierón allí siembra generosa, espléndida, sobre el otro desierto de la Peñuela, en el que se construyó después la iglesia parroquial, enrtre barroca y neoclásica, de la Inmaculada.
   Cerca de La Carolina, centurias atrás, habián de darse tres grandes batallas, que son la clave de la historía de Jaén: La de Baécula hacia el año 208, antes de Cristo, contra los cartaginenses, que supuso la romanización del Valle del Guadalquivir; la de las Navas de Tolosa, en 1212, que favoreció la presencia y avance del Cristianismo; y la de Bailen, en 1808, que fué como un grito definitivo de España por su independencia.

         Tiene la Semana Santa de la Carolina una hermosa imagen de la Piedad que salió de la inspiración y del fervor religioso del escultor malagueño Francisco Palma Burgos ( 1918-1985), que tantas muestras de su arte dejó en esta provincia y que quiso ser enterrado en Úbeda. Esta obra es de un lirismo puro, que pasma y emociona. La Carolina muestra esta Piedad excepcional con orgullo de su semana santa.
    La Semana Santa de la Carolina y la de toda su comarca, no tan antigua como las de otras poblaciones de la provincia, pero sí asentada sobre viejos principios.
    Porque se apoya sobre una tierra bendecida por San Juan de la Cruz. Decía el inolvidable cronista y escritor ubetense Juan Pasquau ( 1918-1978), con su espíritu observador y penetrante que el neoclasicismo y el sanjuanismo se unen en la Carolina.
   Eso que decie PASQUAU es más perceptible aún en la semana santa carolinense, cuando los cristos y las vírgenes, entre el fervor popular, pasan por las calles rectilíneas de la Real Carolina, o junto al Palacio del Intendente de líneas neoclásicas, y en un ambiente donde planea siempre la presencia de Juan de la Cruz, que fue, en la Peñuela, bandera desplegada de sufrimientos, fatigas y dolores, preocupaciones, de la Semana Santa viviente.

( Fuente Informativa.- EDICIONES GEMISA S.L).

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