Mañana Azul de Domingo de Ramos. Cimbrean las palmas bajo las naves consagradas de los templos, y las verdes ramas de olivo salen a la calle para ofrecer un homenaje al Señor.
El Domingo de Ramos en estaciudad es clamor de juventud y blancura, mientras la procesión de la "MULICA" recorre triunfal las calles de la villa.
El día no ha hecho más que despuntar cuando el cortejo se pone en marcha; no hace falta más que una chispa, y el Señor la hace saltar montando en su cabalgadura, contra su costumbre de ir a pie. Jesús entra triunfal en Torredonjimeno, en un pollino tirado suavemente por un niñó con la cabez vuelta hacía atrás.
La Mulica es la procesión de los niños. Sabor añejo de capas de oro y pequeños hebreos, aunque Torredonjimeno le recibe entre palmas, olivos y vítores, llegando las notas musicales de las campanas a los campos que florecen de verdores. Sólo los niños continuan aclamándolo sin miedo, por eso son los niños los que con más merecimiento y derecho forman en la procesión con sus palmitos y ramas de olivo. Por eso, también, ese pequeño hebreo que le conduce por nuestras calles lo hace presuroso como presintiendo el trágico momento.
No obstante, Jesús, sabiendo la cruel semana que le espera eleva su mano izquierda, y bendiciendo a su pueblo con tristeza, le mira con alegría.
( Texto.- Soledad Lázaro Damas. Fotografía.- Francisco Navas Ureña. Edicones Gemisa S.L).
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