Muchos de los templos jaeneros de toda la Provincia son como una expresión elocuente de arte expresado en los más diversos estilos. Por sí mísmos. a través de su arquitectura, y por las imágenes que atesoran. Imágenes de Semana Santa, Cristos doloridos de las Misericordias, Cemencias, Expiración, Buena Muerte, Veracruz, Humildad, Yacentes, Nuestro Padre Jesús Nazareno....y vírgenes tránsidas de amargura y alegría.
En las imágenes de los cristos y de las vírgenes de la Semana Santa salen a relucir la sobriedad de Castilla y el barroquismo de Andalucía. Y aún más, esas dos Andalucías que lejos de ocntraponerse, se complementan.
Una es la andlaucía de Juan Ramón Jiménez y otra es la andalucía de Federico García Lorca.
Hay una Semana Santa en Jaén que revela el genio estético, el innato teologismo, la capacidad de entusiasmo de todo un pueblo.
Es el Jaén de una Andalucía que los artistas han expresado en sus Cristos llenos de dolor, en sus Vírgenes cargadas de amargura. Y es la Andalucía que se escapa por la garganta del pueblo en una saeta desgarrada.
Se hadicho que en Andalucía el tiempo es más largo y sabroso que en cualquier otro sitio. Algo así como un bello momento que no puede dejarse ir. El reloj parece que no cuenta y que el tiempo es una eterniadad. En nuestra tierra andaluza, también en Jáen, la vida y la muerte se abrazan y se confunden. El ideal supremo ha sido siempre el morir bien.
La muerte es un paso para la verdadera vida. Si Andlaucía, por el arte, ha vencido a la muerte, a la destrucción, este concepto de nuestra tierra tiene en Jaén una especial significación. sobre tod en la Semana Santa. ( Continuara...).
( Fuente.- Ediciones Gemisa S.L).
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